La oficina que dirige Carmen Alba se basa en un informe policial en el que se recuerda que Artajo y Asurmendi pertenecían a una organización ilegal. «Quién no era ilegal en el franquismo», se pregunta Ahaztuak, que denucnia además que se identifique a ambos como militantes de ETA «cuando es evidente, para cualquier observador que se acerque a la historia sin prejuicios, que EGI y ETA no eran lo mismo».

La delegación del Gobierno considera que el acto previsto para este viernes «podría ser constitutivo de los delitos de enaltecimiento o apología del terrorismo. En definitiva, se nos transmite que la lucha antifranquista era un comportamiento delictivo y que las personas que se oponían a un régimen dictatorial eran terroristas». Ahaztuak considera que a Carmen Alba fomenta «modelo español de impunidad» hacia el franquismo y asegura que «el delito imperdonable sería olvidarnos» de personas como Artajo y Asurmendi.