Olga Santisteban Otegui

Puñetas

Vete a hacer «puñetas». Seguramente, muchos de nosotros y nosotras, hemos utilizado más de una vez, esta coloquial expresión, cuando alguien nos molesta profundamente y, nos tiene bien hartos, o en situaciones que literalmente nos superan. Cuentan que, el origen de dicha expresión, puede derivar (existen diferentes versiones) de mujeres condenadas a cárcel que confeccionaban los bordados y adornos que lucen en sus togas jueces y magistrados, según su rango o categoría o aquellas otras que lo hacían en lejanos y apartados conventos.

Esas «puñetas» pienso yo (una opinión muy personal) dan una importancia enorme y de gran responsabilidad, a la hora de impartir justicia, con equidad y neutralidad, y quizás recordando, aquello que, la justicia es «ciega» y tiene así mismo una «balanza» que representa la igualdad, basada en antiquísimas civilizaciones. Quizás pues, y ante situaciones o circunstancias que la dejan a una un poco perpleja y queda un poco en el «olvido» aquello de la justicia ciega, quedan ganas de mandar a hacer «puñetas».

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